La playa de Sopelana, en Vizcaya, País Vaco, se vio sorprendida el pasado domingo por la aparición de una enorme ballena varada en la arena. El animal hacía 18 metros de longitud y 20 toneladas de peso, unas medidas muy considerables que sorprendieron a todas las personas que se encontraron con el ejemplar.
La ballena estaba aún viva cuando unos particulares la encontraron en la playa y avisaron a las autoridades pertinentes, pero con el paso de las horas acabó muriendo sin que los expertos pudieran hacer nada para salvarla.
Finalmente, los efectivos iniciaron el lunes las tareas para retirar el animal muerto de la playa. Las magnitudes del ejemplar obligaron a los expertos a utilizar una excavadora para poder mover la ballena. Una tarea que fue seguida con mucha atención por numerosos curiosos que no se querían perder una escena que raras veces se puede ver.
Aunque no se conocen las causas directas que llevaron a la ballena a acercarse a la orilla de la playa donde quedó varada, lo cierto es que este fin de semana las costas del País Vasco sufrieron un duro temporal marítimo que dejó grandes olas y que alteró mucho la situación marítima en gran parte del Cantábrico.
Aunque tan solo es una hipótesis, no se descarta que la ballena fuera arrastrada por las fuertes corrientes o que se despistara en su camino mar adentro, acabando varada en la playa de Sopelana. De hecho, varias veces al año se encuentran ballenas muertas en las playas de España, la mayoría en las costas atlántica y cantábrica. Un fenómeno que entra dentro de la normalidad de la naturaleza pero que generan un gran impacto entre las personas por el tamaño imponente de estos animales marinos.